miércoles, 24 de julio de 2013

El gran capricornio

Aquellos que, como yo, nacieron y crecieron en la gran ciudad, tuvieron escaso contacto directo con la naturaleza y/o se acercaron a ésta a través de libros y documentales entenderán mi gran sorpresa cuando hace unos pocos días, minutos después de despertarme y todavía medio dormida, me acerqué a la ventana y descubrí colgado en la mosquitera un enorme bicho negro, concretamente el de las imágenes que aquí os adjunto. Había visto insectos enormes en fotos y colecciones de museos pero éste es el coleóptero (escarabajo) más grande que jamás me he encontrado cara a cara.


Dejadme que os presente formalmente a Cerambyx cerdo, un escarabajo conocido vulgarmente como gran capricornio o capricornio de las encinas. Sus características principales son:
  • longitud entre 50 y 62 mm
  • largas antenas formadas de 11 segmentos; en los adultos sobrepasan la longitud de las alas, mientras que en las hembras son más cortas
  • el pronoto (placa exosquelética dorsal del tórax) está surcado por marcadas estrías transversas.
  • la cabeza presenta unas fuertes y espectaculares mandíbulas

Cerambyx cerdo está ampliamente distribuída por Euroasia, así como el norte de África (aunque no se muestra en el mapa). Se trata de una especie amenzada en el norte de Europa por la desaparición de sus hábitats naturales (bosques de robles) y por ello ha sido designada como especie vulnerable y por tanto sujeta a protección. Se le considera extinguida en Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Dinamarca y Reino Unido. En cambio, en España no está en peligro y es relativamente abundante en zonas de alcornoques, encinas y coscojares.

La hembra deposita los huevos en la corteza de encinas y robles. Las larvas eclosionan y se internan en el interior del tronco donde viven entre dos y cuatro años excavando galerías. Cuando alcanza entre 7 y 9 centímetros de longitud, antes de producirse la metamorfosis, la larva excava una galería que asoma al exterior para dar una vía de escape al insecto adulto y prepara una cámara más amplia en el interior donde se transformará en ninfa y crisálida. Al año siguiente, durante la primavera o el verano, el adulto sale al exterior. Los adultos se alimentan de savia exudada por los árboles y también son atraídos por algunas frutas muy maduras. Tan sólo viven de unas semanas a dos meses y son predominantemente nocturnos.



lunes, 15 de julio de 2013

Luciérnagas en mi jardín

Primera señal de la presencia de luciérnagas en mi jardín
¡Tengo luciérnagas en mi jardín! Este es un grito de alegría y de asombro. Alegría porque estos fascinantes seres, evocación de los cuentos de hadas de mi niñez, son casi mágicos, y asombro porque, desde mi ignorancia, pensaba que no existían en la costa mediterránea donde habito. Hasta ahora sólo los había visto en persona en Costa Rica y en los documentales de TVE 2.





Hembra encontrada en mi jardín
Gracias a la incansable curiosidad de mi marido y a su enorme capacidad para encontrar lo que nadie más puede ver, hemos identificado nuestras luciérnagas como Lampyris noctiluca. Y esto es lo que he aprendido:

Vista ventral de la hembra
Este coleóptero presenta dimorfismo sexual, es decir, las hembras y los machos tienen aspectos muy diferentes; mientras el macho adulto es el típico escarabajo con alas, la hembra conserva el aspecto de larva y no dispone de alas, además son más grandes que los machos. La magia de la luciérnaga procede de la capacidad de la hembra para emitir un destello luminoso claramente visible en la oscuridad de la noche. El proceso químico que produce la luz y que tiene lugar en los últimos segmentos del cuerpo de la hembra se denomina bioluminiscencia. Las hembras utilizan esta luz para atraer al macho. Noche tras noche la hembra emite su destello hasta que se aparea con el macho. Unos días después pone los huevos fertilizados bajo tierra, de los cuales saldrán las larvas 3 o 4 semanas más tarde. Conseguido el objetivo de la reproducción la luciérnaga se muere dejando paso a la siguiente generación.

Las larvas de luciérnagas se alimentan de caracoles; así que ya sé quién es responsable, al menos en parte, de las conchas de caracoles vacías en mi jardín (gracias luciérnaga!; los caracoles devoran algunas de mis flores).

Destello emitido por la hembra
Luciérnaga macho
Desgraciadamente cada vez es más difícil ver luciérnagas por la noche. La polución, la destrucción de su habitat y el cambio climático amenazan, como en otros tantos casos, con privar a las futuras generaciones de la magia de estos curiosos insectos.

lunes, 1 de julio de 2013

Amapola de California

Amapolas en mi jardin en California
Siguiendo con el tema de las amapolas es imprescindible, al menos para mí, mencionar la Amapola de California (California Poppy). Esta planta con sus flores de un naranja brillante hipnotizador es una de mis flores favoritas. Al igual que la amapola común o la adormidera, pertenece a la familia de las papaveráceas pero a un género distinto, su nombre científico es Eschscholzia californica. Debe este nombre al botánico ruso alemán Johann Friedrich von Eschscholtz que la descubrió a principios del siglo XIX en California.

La amapola de California fue elegida flor oficial del estado de California en 1903, quizás porque su color naranja brillante representa el preciado oro, que tantos buscadores ansiaron encontrar en su afán por volverse ricos. Como si de una premonición se tratase, los primeros españoles en tierra californianas denominaron a esta belleza "copa de oro". A lo largo de las carreteras del estado de California es común ver señales con la flor oficial.



Si os encontráis en California en primavera no dejéis de visitar Antelope Valley California Poppy Reserve, al norte del condado de Los Angeles. Es de una belleza suprema y sin duda os quitará la respiración. Aunque tengo fotos de mi estancia en tan hermoso lugar, son de la era pre-cámara digital y de momento sólo las tengo en papel, así que os dejo fotos sacadas de Internet.